8.17.2012

SENSUALIDAD, BELLEZA Y GRASA ABDOMINAL


En días pasados una amiga de la primaria nos organizó para hacer un “calendario” de todas las compañeras de la primaria/secundaria. Aunque al principio parecía una idea loca hubo muchas entusiastas que luego luego aportaron su fotografía. ¡Wow! Es maravilloso ver mujeres de poco más de 40 años luciendo bikinis, trajes de noche, escotes provocativos y miradas sensuales. Sin embargo, también ha habido el grupo de las que “quieren pero no se animan” que "porque están gordas, que están flacas, que están arrugadas, que puras miserias, que allá para el 2030 cuando ya tengan el abdomen mas reducidito".



Y mas que ser una cuestión social, me doy cuenta de la barrera mental que nos hemos formado, influenciados por los medios masivos, las supuestas tendencias de la moda y una era de culto al cuerpo, que lejos de acercarnos a la satisfacción de tener un cuerpo sano, nos hace enfocarnos en aquello que se han empeñado en señalar como malo. ¿Quién determina que es la belleza de una mujer? ¿Acaso el concurso Miss Universo, donde ahora permitirán la participación de transexuales, mujeres hermosísimas, que habiendo nacido como hombres ahora serán el modelo de la belleza femenina? ¿Quién determina que es la sensualidad? ¿Entre menos ropa la mujer es más sexy?  ¿Quien ha definido el ejemplo del cuerpo perfecto de la mujer? ¿Las modelos de Victoria Secret, o la abundancia de tallas cero en las tiendas departamentales?



Vivimos rodeadas de influencias que se meten en lo mas profundo de nuestro ser.  Es una cuestión femenina, eso de vivir contando las calorías, midiendo las porciones, matarse en el gimnasio para quemar 250 calorías, mismas que nos comemos y duplicamos en una exquisita rebanada de pizza. Somos culpable de torturar a nuestras parejas con esa pregunta que los pobres jamás saben como contestar, porque de cualquier modo saldrán raspados: ¿Me veo gordaaaaaa?



Yo no he sido exenta de estas pesadillas. Nunca fui de cuerpo escultural, y evidentemente la cuarta década, la falta de ejercicio durante muuuuchos años y la adicción a los alimentos “prohibidos”, pasan su factura. A mis 42 años hay días que quiero tener el cuerpo que tuve a los 20, y en versión mejorada, y si se pudiera, sin hacer ejercicio y comiendo mis “ Doritos Sweet Chili Heat” (la versión mas picosita en estas tierras) con una cervecita helada, mientras vemos la televisión.  Sin tener en realidad exceso de peso, sueño con ese abdomen plano, con no volver a ver el maldito “callo de la andadera” y  acto seguido, ser encerrada en una pastelería y poder probar todas las delicias que abundan en un lugar así.  ¡Sueños guajiros los dos!



Entonces… ¿Estamos perdidas las mujeres? ¿Viviremos eternamente en la auto-crítica frente al espejo, buscándonos la lonja en el mejor atuendo, asfixiándonos con la faja y moreteándonos con el masaje reductivo? ¿Viviremos el resto de la vida visitando los Weight Watchers para vernos como Jennifer Hudson, enjabonándonos mañana, tarde y noche con el Siloutte 40 y pesándonos diario para ver si hay 100 gramos mas que ayer?  ¿Ir a comprar un traje de baño será una acción que requiera atención psiquiátrica?



¡Todo esto suena a locura! Pero sé que en este mundo del peso, el cuerpo, la belleza y la sensualidad, no estoy sola.  Me acompañan muchas mujeres, que como yo, hay días que perdemos la sensatez, y en nuestro distorsionado mundo, los espejos de cuerpo completo solo reflejan poca cintura y panza. ¡Qué equivocación!  Los espejos de cuerpo completo no mienten y si rescatamos la compasión y el amor a nosotras mismas, veremos que también hay piernas torneadas, cuellos exquisitos, hombros pecosos y sexys,  ojos hermosos  y  cabelleras que atraen la mirada.  Un maquillaje que destaque la belleza del rostro, el atuendo que nos ayude a minimizar los detallitos y realzar los atributos   ¿Y la panza?  Ahí está, pero no es lo más importante.



Apoyo la vida sana, la alimentación balanceada, el ejercicio como una forma de vida y como una disciplina. Cuidar nuestro cuerpo es nuestra obligación, no solo por belleza, sino por salud. Pero dejar que nuestra apariencia física nos limite en cualquier aspecto no está bien. Es una lucha diaria, como diría una buena amiga mía: Aprender a vivir con la loca de la casa (nuestra mente) y no permitir que nos gobierne.  Aprender a amarnos como somos, a ser más seguras y a aceptar que somos como somos, que somos perfectibles pero no perfectas.



Cuando amanezco viéndome como un “Rotoplast”, pienso en que hace unos 6 años, estaba delgada, con esa delgadez envidiable de ““Wow, ¿Cómo le hiciste? ¡Estás bien delgada!”  Las palabras que a todas nos hacen sentirnos de ensueño.  Estaba delgada, porque estaba deprimida, porque tomaba pastillas y porque mi hermano estaba muerto.  Y fui delgada mucho tiempo, el mismo tiempo que no fui feliz.  Cuando pienso en eso, prefiero tener ese “flotis”  en la cadera, que me recuerda que ahora vivo mas plena, sana, alegre y que unos kilos no determinan la belleza y la sensualidad de una mujer, esa la llevamos en el alma.



¡Los Saludo!  

2 comments:

  1. Muy cierto guera!! te mando un beso. Me gustó mucho. Yo ahora vivo preocupada con mi regreso a USA, siento que en Londres la comida era mas sana/fresca y con todos los goodies que encuentras aca y dos hijos que quieren tener la alacena llena de cosas deliciosas y chocolatosas... es un verdadero peligro!! ni hablar, a gozar y a hacer ejercicio. Moni San.

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  2. Es neta amiga!! El precio que pagamos esos años que fuimos delgadas pero deprimidas no vale la pena!! Como bien dices Tú, que maravilla tener ese flotis que refleja alegría, paz y salud física y espiritual... Que a veces quisiera tener el cuerpo que tenía a los 20, es cierto, pero también es cierto que no cambiaría por nada la plenitud y la alegría que me han dado mis hijas (con la panza y las estrías que me dejaron de recuerdo) y que cada arruga y cana que tengo (y vaya que son varias) son resultado del paso de los años, y de la experiencia y el crecimiento que han venido con ellos...
    Gracias por recordarme que hay mucho mucho mas allá que un abdómen plano y una talla cero!!
    Besos
    Ceci

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