6.21.2010

Corre, corre, corre por el boulevard…





Cuando pienso en mi historia deportiva no puedo más que mirar hacia atrás y ver como empezó todo: yo fui toda mi vida lo que se conoce como un ratón de biblioteca. El estudio se me daba perfecto, pero la verdad es que los deportes y yo nunca fuimos muy amigos. Me remonto a aquellas épocas en la primaria, cuando mis cualidades deportivas no eran tan destacadas y para acabarla de rematar, era “llenita” (aclaro que no era gorda). Así que a mí me tocaba generalmente ser de las últimas elegidas en los equipos, ya que no corría muy rápido que digamos. Ya en la secundaria la cosa mejoró: no en lo deportivo, ahí seguía igual, pero por lo menos las estrategias para evadir las clases de deportes eran más efectivas y por supuesto, practicaba más las cuestiones sociales: yo era de las que cuando nos ponían a correr me iba platicando con alguna amiga y cuando el profesor volteaba hacíamos como que corríamos. Siempre detesté con toda mi alma las alucinantes clases de educación física, de las cuales el único recuerdo que tengo es el de profesores gritones, con aires de grandeza, voz de sargento y un montón de sentadillas y abdominales que lo único que me dejaban era un dolor muscular que muchas veces me duraba toda la semana. Nunca aprendí a jugar basquetbol y el saque de voleibol por arriba jamás lo pude hacer.
Viniendo de familia deportista, tuve también que entrarle al tenis, que estaba bien para ir a una clase vespertina dos veces por semana. Pero ya cuando se trató de entrar a torneos, me di la media vuelta: mi autoestima no estaba preparada para ser el último lugar de mi categoría, dado que las contrincantes de mi edad eran mucho más avanzadas en cuestiones tenísticas. Pero la cereza del pastel vino cuando jugando con mis papás y sus amigos no llegué a una bola y el caballeroso señor a media cancha me gritó “Hay que correr, gordita” Ahí decidí que me evitaba esos sin sabores y me dedicaba a otras cosas.
Así que con tiempo desarrollé mi campaña publicitaria (ya desde ahí se me daba lo de la mercadotecnia) de “Verónica no es buena para los deportes, pero si para los estudios”. Y así viví felizmente muchos años. Mi marido ha sido deportista toda su vida, y uno de sus deportes favoritos es correr. Poco tiempo después de haber llegado a Canadá me invadió el terror de engordar, dado el cambio de horarios de comidas y los ajustes a mi nueva vida. Así que pensé que sería una buena idea darle una nueva oportunidad al deporte. Tras pensarlo mucho me decidí por un deporte que pudiera compartir con Mark y en septiembre de 2008 empecé a correr. Inicié con un programa de 13 semanas, el cual combina caminar y correr, dando al principio mayor peso a la caminata y conforme avanza el programa se va dando mayor porcentaje al tiempo de correr. El día que inicie ni siquiera pude terminar la rutina de ese día. No era capaz de correr por un minuto. Si que estaba mal. Pero algunas de mis cualidades son la disciplina y la determinación. Así que continúe semana a semana. Por ahí de la semana cuatro, odiaba correr. Pero mi terror a engordar era más grande, así que no me quedaba de otra más que seguir. Así llegué como a la semana cinco, donde la rutina incluía correr por cinco minutos, combinando la caminata. Y ahí voy, a correr… por primera vez en mi vida pude correr cinco minutos continuos. Esos cinco minutos fueron la motivación que me llevo a seguir adelante con mi programa. Al final de las 13 semanas era el mes de marzo. Y yo estaba lista para mi primer reto: Correr una carrera de 8kms junto con Mark. En Abril 2008 crucé por primera vez la meta de una carrera y recibí una medalla de participación, mi tiempo: 57 minutos. !Mi primera medalla en deportes! En Julio corrimos una carrera de 10 Km y en Octubre corrí en apoyo a la lucha contra el cáncer de mama una carrera de 5 Km.
Pero como toda buena deportista, ¡me lastimé! Y desgraciadamente tuve que dejar de correr ¡por 8 meses!! Y no me había dado cuenta de lo mucho que me gusta correr, hasta que tuve que dejar de hacerlo. Hace una semana por fin, pude volver a empezar. Con toda precaución y siguiendo estrictamente el programa de mi fisioterapista he vuelto a entrenarme. Es difícil volver a empezar, como hace casi dos años, corriendo y caminando. Pero así debe de ser a fin de evitar una nueva lesión. Pero ya estoy de vuelta. Puedo volver a sentir la libertad de que me da cada paso. Quiero experimentar nuevamente la sensación de que puedo correr indefinidamente y no sentir cansancio, solo el deseo de seguir corriendo. Quiero volver a escuchar el sonido de mis pasos mezclándose con mi respiración, mientras el viento frio toca mi cara. Quiero volver al deporte que terminó con ese auto boicot que hice contra mis propias capacidades. Ahora sé que todos podemos practicar algún deporte, tan solo es cuestión de encontrar el adecuado. Mi meta es correr en Octubre nuevamente los 5 Km en apoyo a la lucha contra el cáncer. Nunca es muy tarde para comenzar un deporte y bajo esta premisa, mi sueño es correr un maratón.
Así que por el boulevard, por el parque, por el bosque, en una carrera, pero ahí me verán corriendo, porque por fin el deporte y yo ¡Somos amigos!!
¡Los saludo!

6.10.2010

El equipo tricolor, tiene mucho corazón…

Y en la cancha lo demostrará! Así rezaba aquella canción del mundial México 86, donde vimos a nuestra selección llegar a los cuartos de final. Y hoy veo como esa pasión “futbolera” es tan fuerte como nuestra sangre Azteca. Los grandes corporativos organizados, las reuniones canceladas, los restaurantes saturados y el país paralizado con la esperanza de ver triunfar al “Tricolor”. “Que los anfitriones ganan el partido inaugural”… ¡Ahhh! Contra eso tenemos a toda la corte celestial velando por estos 11 nobles guerreros y para no errarle a los brujos de Catemaco conjurando una victoria. Por si fuera poco también está el análisis deportivo de las dos grandes televisoras del país, a ver quién es el comentarista que se desgañita más para cantar el esperado gol y quien gana más rating de paso.
¿Nosotros? El jugador número 12, aficionado fiel, seguidor de nuestra selección en triunfos y fracasos. ¿Será que esta mundial si vamos a ganar? O nos vamos a quedar en el “ya merito”… ¡Que incertidumbre!! Por lo pronto las playeras de México ya están lavadas y planchadas, esperando para lucir con orgullo nuestros colores patrios: Verde, blanco y rojo.
Sí, así es, me emociona el mundial aunque no entiendo todavía como es el “fuera de lugar” y me parece triste que Rafa Márquez se haya divorciado de Adriana Lavat, ¡caray! Parecían una bonita pareja. También me cae mal Cuauhtémoc Blanco, por andar metido siempre en líos de faldas. Pero como admiro a “San Javier Aguirre” que una vez más nos llevó a la calificación y mañana desde la banca, con todo patriotismo y la sabiduría adquirida en el viejo Continente guiará al Tri hacia el esperado triunfo.
Sí, me gusta el mundial… y me encanta ver todos los partidos de la selección y de los equipos favoritos. Pero una cosa si les digo, queridos lectores, con toda esta pasión mundialista que inunda mi corazón y con toda la fe puesta en mi Selección… no quiero olvidar que la grandeza de mi país, sus valores y cualidades no se definen únicamente por el desempeño de mi querido Tricolor.
¡Suerte a la Selección, cantemos fuerte nuestro himno y a darlo todo en la cancha!
¡Los saludo!

6.05.2010

Como la flor, con tanto amor…

Últimamente he descubierto que me encantan las flores. Me gustan los arreglos pero me refiero a las flores de los jardines o de los campos. En casa de mis papás siempre hubo flores en el jardín. Me acuerdo una vez que al podar un pino los jardineros dañaron las nochebuenas del jardín y mi mamá casi lloraba. Ella había sembrado todo el jardín y estaba realmente consternada por lo que había sucedido con sus flores. Yo pensé que era una exageración, al fin y al cabo, sólo eran unas flores.
En mi casa no tengo jardín, pero si una terraza lo suficientemente amplia como para poner algunas macetas. Se me ocurrió que podía poner algunas flores para “alegrar” la casa. Empecé con algunas plantas y luego me animé a sembrar algunas semillas, de ahí germinaron unas preciosas violetas. También compré unos geranios que alegraron la terraza durante todo el verano. Mi suegra me regaló una violeta africana, que no tardé en inundar. Mi suegra sin perder la fe en mí, me regaló otra en mi cumpleaños del año pasado. Esta vez no la ahogué y tras varias pruebas por fin encontré el lugar perfecto para ella: suficiente luz pero no tanta que la lastimara. Una amiga me regaló un arreglo precioso también con violetas africanas. Después del verano, las violetas perdieron todas sus flores y solo quedaron las hojitas verdes. Llegó el invierno y perdí mis primeras flores exteriores. En Diciembre compramos una nochebuena con la ilusión de que llegara a la primavera. Y así entre pruebas y errores, a principios de este año sembré tulipanes, un cempasúchil y unos cebollines. En abril se agregaron a la lista unos geranios y una begoña.
Después de ver como en el invierno sume en un profundo letargo a todos los seres vivos, me maravilla el ver el renacer de la vida en la primavera. Y mi pequeño jardín no es la excepción: Los tulipanes florearon divinos durante el mes de abril, las violetas están más hermosas que nunca, la begoña y los geranios alegran la terrza y la nochebuena todavia tiene sus hojas rojas.Esta mañana descubrí el botón de un cempasúchil. Y me acordé de cómo mi mamá casi lloró por sus nochebuenas… porque hoy yo hice lo mismo al contemplar ese pequeño retoño.

¡Los saludo!

6.02.2010

¿Bueno, bueno.. con quien quiere usted hablar?

Todavía sigo sin entender porqué en estas épocas de tanta competencia entre empresas, la atención al consumidor sigue siendo mala. Lo traigo a colación ya que ayer tuve un problema con mi sistema de banca por internet y pues solicité asistencia vía chat. Por más que le dije a la mujer que mi problema no era el bloqueador de ventanas emergentes (ese programita que evita que estén saliendo molestas ventanas) ella amablemente seguía poniéndome todas las instrucciones para deshabilitar ese programa. ¿Qué no me estaba escuchando? Efectivamente, sé que no me escuchaba porque era un “Chat”, pero tampoco leía. Solo por no dejar, seguí sus instrucciones y obvio, ¡no funcionaba! Saben que me dijo: “Por favor, consulte con su administrador de Sistemas”, ¿Qué acaso todos tenemos en nuestra casa un departamento de sistemas para resolver estos conflictos?
Como yo soy mi propio departamento de sistemas, se me ocurrió empezar por lo básico. Apagar la computadora y volver a empezar. ¿Saben que pasó? Asunto solucionado, pude entrar a mi servicio de Banca por Internet. ¿Por qué nos tratan a todos siguiendo los pasos del manual, sin escuchar nuestras necesidades? Ahora… si no saben… pues que me digan “No lo sé” y dejamos de perder el tiempo mutuamente. Y así es por todos lados. En la tierra de la hoja de maple es lo mismo. ¡Si! Aunque a veces creo que es peor: el primer paso es lograr pasar por la amplia selección de menús telefónicos, cuando se logra vencer ese obstáculo es probable llegar a un humano, que se encuentra ubicado en Manila, la India, Filipinas y zonas aledañas y que para desgracia tiene más acento que Raúl Velasco hablando inglés (disculpe Don Raúl, pero ese idioma no era lo suyo) Así que el encanto del asunto viene en lograr entendernos mutuamente por teléfono y resolver el conflicto. Y la cosa no nada más es telefónica, imagínense que en una ocasión al pedir hablar con el gerente en Wal-Mart, la señorita de atención a clientes me dijo que no había gerente. ¡Caray! Con razón nadie podía resolver nuestro problema. Yo creo que ella era nueva, cuando vino el gerente le comenté que sería prudente que se presentara con su personal.
En fin… como verán en todos lados “se cuecen habas”. Pero ya va siendo hora de que tanta cátedra de mercadotecnia, servicio y satisfacción al consumidor se nos haga realidad ¿No creen?
¡Los saludo!

¡Y aquí vamos!

Hola a mis lectores:

Tras darle muchas vueltas al asunto y después de hacer algunas averiguaciones sobre el mundo del “Blog” me decidí a tener este espacio.
En el mundo de los corredores, todo aquel que se inicia en este deporte es considerado un atleta, no profesional, pero atleta al fin y al cabo. Me pregunto si todos los que iniciamos un Blog somos considerados escritores. No me considero profesional en la materia, pero una realidad es que me gusta escribir. Siempre me ha gustado poner en papel mis reflexiones e ideas. Siendo más apegada a la evolución de la tecnología, muchos de mis pensamientos han ido a parar a documentos de “Word” que en muchas ocasiones decidí mandar al ciberespacio. Pero creo que de ahora en adelante eso no sucederá, ya que estarán plasmados en este “libro virtual”.
Así que mis queridos amigos, bienvenidos a este cofre que hoy se abre para ustedes. Me gustan los cofres porque siempre contienen por lo menos una cosa que llama nuestra atención. Contienen cosas que pueden ser diferentes o bonitas, curiosas o peculiares. Ya me dirán ustedes que van encontrando por aquí .
De antemano agradezco a quienes dediquen su tiempo a leer mis vivencias y reflexiones. Después de todo ¿Cómo se puede ser un escritor si no existiera un lector?
¡Los saludo!