6.27.2012

Reflexiones Pre y Post-electorales



 He vivido muy de cerca la jornada pre-electoral y ya ejercí mi derecho al voto. Me quedan algunas reflexiones pre y post electorales (ya que yo he votado) que quisiera compartir con todos:

VOTO DESDE EL EXTRANJERO:

Tienen razón, ya no vivimos allá, ya no somos partícipes del día a día, de los problemas que se presentan y de la realidad del país. Pero vivir fuera también nos da otra perspectiva, nos permite comparar, valorar y aportar. No somos ajenos a lo que pasa en México. Para muchos de nosotros nuestra familia es el tesoro que sigue ahí y queremos su bienestar. Salir de México no es una sentencia a no volver jamás, y a nuestro regreso, nos gustaría encontrar ese ideal que todos anhelamos y queremos participar en su construcción.
Me alegro de que tengamos la oportunidad de ejercer nuestro voto a distancia,
Vivir fuera, no nos hace menos mexicanos ni menos responsables de participar en la vida democrática de nuestro país. Agradezco que me hayan otorgado ese privilegio.


NO AL VOTO NULO

No creo en el copetudo y el regreso del “renovado partido”. Me irrita de sobremanera que un hombre con máscara de Robin Hood moderno, aproveche para ir sembrando un rencor social por todos lados, que lo único que hace es dividir a nuestro ya de por si dividido país. El ciudadano como todos, es muy inteligente y preparado, lástima de su madrina. Y la fémina del grupo, le echa ganas, pero algo le falta, ¿Qué no tomó sus clases de oratoria?

Pero sinceramente, todas estar razones no son suficientes, y hasta parecen superficiales. Anular el voto en las condiciones actuales, no va a generar un cambio en el rumbo de las elecciones. Anular el voto porque no hay a quien irle, me parece una salida cómoda. Es hacerle a Poncio Pilatos, lavándose las manos.  Alguno habrá que te ofrezca lo que quieres para tu país y para tus hijos. No al 100%, pero de seguro hay uno que es mas afín a nuestra propia forma de pensar, a nuestros valores y principios, a nuestras ideas políticas. Bueno, de perdida habrá alguno cuya plataforma política tiene más puntos buenos que malos.
Un voto nulo expresará descontento, pero no va a generar el cambio que tanto buscamos. No va a traernos nuevos candidatos “a la carta” como cada uno de nosotros los queremos. Un voto nulo, solo será dejar a otros la decisión sin haber contribuido en nada. Pero cada quien decide que hacer con su voto.


NADIE ES PERFECTO

No hay seres humanos perfectos, ni matrimonios o relaciones de pareja perfectas, ni hijos perfectos, ni trabajos perfectos.  Y la gente sigue viviendo, sigue casándose, teniendo hijos y trabajando. Aprendemos a que las cosas buenas nos ayuden a ver de mejor manera las cosas malas. Tratamos de hacer lo mejor con lo que tenemos y a mejorar en la manera de nuestras posibilidades, los varios aspectos de nuestra vida.

La noticia es que tampoco hay democracia perfecta, ni gobernantes perfectos, ni organismos gubernamentales perfectos, ni países perfectos.  Y si queremos empezar a enfilarnos al rumbo de la perfección que exigimos, hay que empezar con lo que a cada uno nos toca. Y si no queremos corrupción, hay que empezar por no dar “mordida”. Si queremos transparencia, habrá que dejar de maquillar cifras para que se vea mas bonito el negocio. Si queremos educación habrá que preocuparnos porque el personal doméstico de nuestra casa se eduque y asista a la escuela. Si queremos igualdad, habrá que dejar de tronarle los dedos al mesero para que nos atienda.  Si no queremos abusos, dejaremos de usar la computadora del trabajo para asuntos personales. Si queremos un mejor país, tendremos que empezar por ser mejores personas, mejores padres de familia y mejores empleados, mejores vecinos.  Un país no se mejora exclusivamente por lo que hace o deja de hacer un gobernante. Es bien fácil exigir desde nuestra comodidad y sin hacer nada a cambio.
¿Queremos gobernantes perfectos? Hay que educar entonces con las exigencias de lo que queremos ver en nuestro país. Que los niños lean, que sepan hablar, que sepan expresarse, que aprendan la historia de nuestro país, que se involucren en la vida política, que vean a los adultos escuchar con atención a los candidatos, estudiar sus propuestas e ir a las urnas a cumplir con una obligación ciudadana. Que no nos oigan negarnos a ser representante de casilla, con la excusa de un viaje o un evento que no existe. Que desde niños sepan que votar es un derecho, una obligación, pero también un privilegio que muchos no conocen.

AL FINAL…

Me quedo con un grato sabor pre-electoral, ya que nunca había yo visto tanta gente realmente preocupada por emitir un voto responsable. Apartidistas o no, me dio gusto ver un movimiento juvenil que hizo de lado la universidad pública o privada, para unirse bajo un ideal y que lograron un tercer debate con un formato mucho mejor que el que tradicionalmente nos han presentado.  Me sorprende el papel que las redes sociales han jugado en esta elección y la manera de cambiar la forma de hacer política. 

Estamos a unos días del 1 de julio. Espero que como yo, muchos de ustedes participen activamente. Ojala que quien yo he elegido llegue a ocupar la silla presidencial, pero de no ser así, respetaré lo que la mayoría decida, y seguiré haciendo lo que en mis manos esté para que nuestro país salga adelante. No estamos para marchas, berrinches y desfiguros. 

Creo en México, en la democracia y en la libertad. Otorgo mi voto de confianza a las instituciones electorales. Soy y seguiré siendo mexicana, y este 1 de julio me uno a los mexicanos para demostrar que a pesar de todo, somos un país de gente grandiosa, comprometida y luchadora. Rezo por una jornada electoral pacífica y que al final del día, tengamos la satisfacción de haber comenzado con el verdadero cambio: ser parte de las decisiones de nuestro país, de manera informada, responsable y activa.

¡Los saludo!